En qué se diferencian la separación, la nulidad y el divorcio

Una vez en los progenitores se han separado de hecho, lo más normal es que tarde o temprano inicien los trámites para darle validez legal a esa separación.

La ruptura puede hacerse oficial mediante tres fórmulas jurídicas que son la nulidad, la separación y el divorcio.

A continuación te vamos a contar en qué consiste cada una de estas figuras.

La nulidad matrimonial: esta es la fórmula que se utiliza para terminar un matrimonio que sufre defectos, ya sea de forma o de fondo, en su formación, como por ejemplo que una de las partes al contraer matrimonio lo hiciera bajo coacción o por miedo, o sin la presencia de testigos, o sin tener la edad legal… etc. Esta fórmula es muy poco habitual en el ámbito civil, prácticamente nunca se da, pero suele darse bastante a menudo en el ámbito religioso, sobre todo en las concesiones que no permiten el divorcio, como la Iglesia Católica, y se hace normalmente con el propósito de poder volverse a casar por la Iglesia. En el caso de que se reconozca esta nulidad matrimonial, el estado civil de los cónyuges vuelve a ser el de soltería, porque es como si el matrimonio no hubiera existido nunca. Este proceso debe hacerse mediante un abogado de familia. En Abogados.cat contamos con los mejores abogados matrimonialistas de Barcelona que te atenderán gratuitamente.Abogado divorcio Barcelona
La separación matrimonial: se producen determinados efectos como la suspensión de la vida en común, la posibilidad de disponer de los bienes del otro cónyuge… etc. Pero los cónyuges continúan estando casados hasta que se junten de nuevo, o se divorcien. Antes de la reforma del año 2005 los cónyuges que querían divorciarse debían pasar necesariamente antes por una separación de como mínimo dos años. Después de dicha de reforma los cónyuges pueden acceder directamente al divorcio, con lo que esta fórmula de la separación está claramente en retroceso. Esta fórmula es utilizada por aquellos cónyuges que tienen claro que no quieren vivir juntos durante una larga temporada, pero no terminan de perder la esperanza de que la relación puede reconstruirse y sobrevivir, por ello deciden hacer una separación judicial para que los efectos de dicha separación fáctica tengan relevancia legal, pero a la vez no quieren romper definitivamente el vínculo matrimonial y se reservan el derecho a anular esa separación y volver al estado previo de unión. Igualmente la separación debe hacerse con un abogado de separaciones.
El divorcio: tras la sentencia judicial de divorcio se produce la disolución definitiva del matrimonio. Esta fórmula está claramente en ascenso después de la mencionada reforma del año 2005, puesto que en estos momentos para acceder al divorcio no es necesario justificar el motivo, sino que basta con la mera voluntad de al menos uno de los cónyuges.

Todos estos procedimientos matrimoniales tienen un interés común, y es proteger los intereses familiares y conyugales creados durante el matrimonio mediante la adopción de las “medidas definitivas” que recaen sobre ciertos aspectos como:

Atribución de guardia y custodia de los hijos, y de la patria potestad.
Custodia compartida o régimen de visitas del progenitor que no ostente la patria potestad.
Uso del domicilio familiar.
Reparto de bienes comunes de los cónyuges.
Contribución de los cónyuges a los gastos de los hijos comunes, normalmente mediante una pensión de alimentos.
Establecimiento de una eventual pensión compensatoria. Esta pensión irá en función de varios parámetros como la evaluación de sí la ruptura deja a uno de los cónyuges en una situación peor a la que tenía durante el matrimonio, el tiempo de duración de dicho matrimonio, la edad de los cónyuges, el estado de salud, calificación profesional, y los medios económicos individuales… Etc.
La liquidación del régimen económico matrimonial

Si tienes alguna duda, llama al 931003252 y uno de los mejores abogados de familia de Barcelona te asesorará gratuitamente.Abogado divorcio Barcelona