Este es un hecho muy difícil de asimilar en muchos procesos de ruptura, por ello, muchos padres sin darse cuenta, terminan separándose de sus hijos. Por desgracia, la pérdida de la custodia de sus hijos, en muchas ocasiones termina transformándolos en simples progenitores, extraños personajes que los recogen a la salida del colegio, y comparten con ellos un fin de semana.
Cuando las parejas deciden separarse, deben tener presente que siguen siendo padres.
- Durante años muchos padres estuvieron reclamando que la legislación española incorpore la figura de la custodia compartida
- Las decisiones diarias, son tomadas por el progenitor que asume la guarda y custodia del hijo
- No todos los padres están preparados física y psicológicamente lidiar con los compromisos que conlleva la paternidad
- La custodia compartida no significa que cada padre tendrá a los hijos el 50% del tiempo exactamente
Si bien, es probable que muchos ni se enteren del cambio, embebidos por sus trabajos de lunes a viernes hasta bien entrada la noche, dejando a sus parejas toda la responsabilidad de la crianza de sus hijos. Otros, por el contrario, sentirán como esos 2 días junto a sus pequeños transcurren en un santiamén, mientras que los 12 días siguientes para volver a disfrutarlos un fin de semana se convierten en una eternidad.
Durante años muchos padres estuvieron reclamando que la legislación española incorpore la figura de la custodia compartida
La cual, según abogados de Barcelona, solía otorgarse hasta hace poco a la madre en un 95% de los procesos judiciales, siendo prácticamente automática cuando el niño era menor de siete años.
Según argumenta Pedro Núñez, defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, esto se debe a que la sociedad española sigue siendo machista, siendo las madres las que llenan los salones de las asociaciones de padres y madres, así como las escuelas de padres. Es que, las madres españolas asumen el cuidado de los hijos en un porcentaje que oscila entre el 80-85%, característica de la sociedad que los juzgados no contradicen, señala Núñez.
A pesar de la separación o el divorcio, la patria potestad sigue ejerciéndose por ambos ex cónyuges, siendo solo una privativa de esta, las circunstancias muy graves que pudieran atentar contra el bienestar del menor. Sin embargo, los padres no custodios, se encuentran atados de manos, impedidos de disfrutar de todas las atribuciones y derechos asociados a la patria potestad.
Las decisiones diarias, son tomadas por el progenitor que asume la guarda y custodia del hijo
Las cuales abarcan, entre otras cosas, desde su dieta hasta la posibilidad de inscribirse en clases de teatro, apuntarse a entrenamientos de fútbol o hacerse un tatuaje. Según el abogado de divorcios Joaquim de Miguel, el padre custodio incluso podría cambiar el domicilio sin consultarlo a su antigua pareja, teniendo este “poco margen” de actuación.
Muchos padres protestan, denunciando que el sistema los transforma en simples padres económicos – que pagan una pensión, impidiéndoles tener una relación más afectiva, sin romper los regímenes establecidos en el juzgado, a menos que haya un acuerdo con su antigua pareja.
No todos los padres están preparados física y psicológicamente lidiar con los compromisos que conlleva la paternidad
De igual forma, también hay padres custodios que se quejan debido a que la separación, los obliga a asumir del cuidado de sus hijos en solitario, que aunado a intensas jornadas laborales, no es tarea fácil.
La custodia compartida no significa que cada padre tendrá a los hijos el 50% del tiempo exactamente
Sea como fuere el caso, la custodia compartida puede convertirse en un instrumento valioso para contrarrestar posibles abusos de ambos progenitores. De acuerdo con De Miguel, la custodia compartida significa equilibrar el poder. Sin embargo, esto no quiere decir que las dos partes compartirán 50% del tiempo de la custodia de su hijo, tampoco que este irá alternando entre las casas de ambos padres.
La custodia compartida se refiere a que las decisiones cotidianas serán un asunto compartido, que no corresponderá exclusivamente a un solo padre. Pero más importante aún, el pequeño tendrá derecho de relacionarse con ambos padres por igual. Lamentablemente, los hijos son las víctimas más afectadas de las disputas entre sus padres. Y es que, de acuerdo a la Declaración de Derechos Humanos de Niza del año 2000: “todo menor tiene derecho a mantener de forma periódica relaciones personales y contactos directos con su padre y su madre, salvo si son contrarios a sus intereses”. “abogados barcelona”, “abogados divorcios”, “abogados divorcios barcelona”